Como cada año, el 25 de noviembre, “Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres”, desde la Fundación Serra-Schönthal nos pronunciamos y alzamos la voz para continuar la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas en todo el mundo. Por ello, nos unimos a las Naciones Unidas, y específicamente la UNRIC y su campaña digital #NohayExcusa, siendo el lema este año “Cada 10 minutos se asesina a una mujer. #NoHayExcusa. ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres”. Con esta campaña se pretende movilizar a todos los miembros de la sociedad ante una alarmante escalada de la violencia contra las mujeres, exigir responsabilidades, colaboraciones y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones.
Los datos siguen mostrando la necesaria lucha contra esta violencia, pues según Naciones Unidas “menos del 40% de las mujeres en el mundo que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. Entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud. Esta situación debe cambiar”
El año pasado reivindicábamos las violencias silenciosas, y cada año seguiremos haciéndolo, pues la violencia contra mujeres y niñas sigue siendo silenciada por un sistema que facilita la impunidad de los agresores, la estigmatización y la vergüenza de las víctimas. Siempre puntualizando que esta violencia puede ser física, sexual y/o psicológica.
Hoy queremos recordar a todas y cada una de las víctimas: aquellas mujeres víctimas de violencia por parte de una pareja, de la violencia sexual y el acoso, de la mutilación genital femenina, víctimas de matrimonio infantil y forzoso, y por supuesto, mujeres que son atendidas desde los proyectos de Hermanas Oblatas que apoyamos y que son víctimas de uno de los mayores delitos de nuestra sociedad: la trata de personas, y específicamente con fines de explotación sexual.
Si queremos acabar con todo tipo de violencia debemos aunar esfuerzos, sacar acciones reales adelante, sobre todo de incidencia política tanto a nivel nacional e internacional y promover investigaciones a través de la colaboración entre instituciones de diversa índole como universidades, centros culturales, organizaciones sociales, empresas, colectivos de la sociedad civil, y sobre todo organismos públicos que nos dedicamos la defensa de los derechos humanos, y especialmente de las mujeres y otros colectivos discriminados. Y aquí queremos visibilizar y reivindicar la lucha de mujeres en una mayor situación de vulnerabilidad por pertenecer a colectivos doblemente discriminados: el colectivo indígena, personas migrantes y refugiadas, el colectivo LGTBIQ+, las comunidades de Paz en resistencia, personas mayores, población rural y personas con capacidades especiales.
Seguimos trabajando por un mundo libre de violencias.