Cada día son más las personas que viven en pobreza, al margen de todo. Bajo el lema “No apartes tu rostro del pobre”, el Papa Francisco nos invita a celebrar la VII Jornada Mundial de los Pobres el domingo 19 de noviembre en todas las parroquias, comunidades, movimientos y realidades eclesiales.
Así, el Pontífice anima a toda la humanidad a hacernos más sensibles y a comprometernos con los que sufren para restaurar su dignidad.
En este contexto, el Papa Francisco advierte en su mensaje: “Vivimos un momento histórico que no favorece la atención hacia los más pobres. La llamada al bienestar sube cada vez más de volumen, mientras las voces del que vive en la pobreza se silencian. Se tiende a descuidar todo aquello que no forma parte de los modelos de vida destinados sobre todo a las generaciones más jóvenes, que son las más frágiles frente al cambio cultural en curso. Lo que es desagradable y provoca sufrimiento se pone entre paréntesis, mientras que las cualidades físicas se exaltan, como si fueran la principal meta a alcanzar. La realidad virtual se apodera de la vida real y los dos mundos se confunden cada vez más fácilmente”.
Y continúa: “Los pobres se vuelven imágenes que pueden conmover por algunos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso por la calle, entonces intervienen el fastidio y la marginación. La prisa, cotidiana compañera de la vida, impide detenerse, socorrer y hacerse cargo de los demás. La parábola del buen samaritano (cf. Lc 10,25-37) no es un relato del pasado, interpela el presente de cada uno de nosotros. Delegar en otros es fácil; ofrecer dinero para que otros hagan caridad es un gesto generoso; la vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona” (Mensaje para la VII Jornada Mundial de los pobres 2023, n.4).