El 30 de julio se celebra el Día Mundial conta la Trata de Personas. Una realidad a la que, por carisma, la congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor está especialmente cerca, sobre todo en lo que se refiere a trata con fines de explotación sexual.
En esta ocasión, que coincide con los días en los que se está llevando a cabo el XXI Capítulo General bajo el título ‘La audacia del Espíritu nos impulsa a habitar nuevos horizontes’, aprovechamos para reflexionar sobre los nuevos paradigmas del mundo, donde la trata de personas se ha convertido en una renovada forma de esclavitud con la que convivimos cada día en nuestras propias ciudades, que se han convertido en territorio de frontera.
Y es que, en el caso concreto de la prostitución, según datos de Naciones Unidas, el 80% de las mujeres y niñas que se encuentran en estos contextos son víctimas de trata. Asimismo, España es el primer país europeo en demanda de prostitución, y el tercero de todo el mundo.
Todo esto nos hace unirnos al clamor de las víctimas, sumarnos a su lucha y, sobre todo, a todos aquellos que trabajan por acabar con la trata de personas. Porque, tal como señala el papa Francisco, “su grito de dolor no puede dejar indiferentes ni a los individuos ni a las instituciones”, porque “una persona no puede ser nunca puesta en venta».