El cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales y presidente del Grupo Santa Marta, se encuentra desde el pasado 8 de febrero en Argentina. Ese mismo día presidió una eucaristía en la catedral de Buenos Aires con motivo de la festividad de santa Josefina Bakhita y la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas.
Entre el 9 y el 11 de febrero, Nichols ha participado en el Encuentro Latinoamericano sobre nuevas esclavitudes y trata de personas, que se ha celebrado en la sede de la Conferencia Episcopal de Argentina y con el auspicio del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), bajo el lema ‘Juntos contra la trata de personas’, un mal que afecta a 40 millones de personas en todo el mundo.
En el encuentro han participado tanto representantes de distintas organizaciones de varios países de América Latina provenientes de la Iglesia católica, así como de otras Confesiones Religiosas, de la Sociedad Civil y la Policía Federal argentina.
Las Hermanas Oblatas hemos estado presentes en estas jornadas tan importantes para continuar el trabajo en red contra la trata en el ámbito de América Latina y en las que se han abordado desde la situación actual en los distintos países como la experiencia de trabajo conjunto de las redes Un grito por la vida (Brasil), Red Tamá (Guatemala), Hermanas Adoratrices (Perú) y el Centro de Migración y Derechos Humanos (Brasil).
Al final de las jornadas, la Iglesia y las instituciones asistentes se han comprometido a “promover iniciativas entre la sociedad civil, las distintas confesiones, la Policía y las agencias gubernamentales, con el fin de construir confianza entre todas estas instituciones en la erradicación de este mal y en la asistencia a las víctimas”.
Esto implica “desarrollar y sostener una cooperación práctica sobre una visión compartida”, fomentando acciones de acompañamiento que permitan que las victimas puedan acceder a los procesos judiciales “sin miedo a las consecuencias“. De la misma manera, supone reclamar que “se destinen mayores recursos para la erradicación de la trata de personas”, así como llevar a cabo labores de concienciación.
En un momento como el que vivimos, en el que las redes de trata se nutren de las difíciles situaciones sociales y las políticas migratorias, es esencial crear alianzas que permitan crear puentes de salida de este tipo de esclavitud actual.
Si quieres leer el documento con las conclusiones del encuentro, puedes hacerlo aquí.