Desde Fundación Serra-Schönthal -creada por la Congregación de Hermanas Oblatas en el año 2013- somos convocadas a este día para crear alianzas con otras entidades, instituciones y personas de a pie, con el objetivo de terminar con la violencia contra la mujer.
Queremos visibilizar la necesidad de invertir recursos y de avanzar en materia legislativa globalmente. Es por ello, que este año nos unimos y apoyamos la Campaña de ONU MUJERES 2022: ¡ÚNETE! Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas de las Naciones Unidas desde la cual “se hace un llamamiento a todos los miembros de la sociedad para que se hagan activistas de esta causa contra la violencia, apoyen a las defensoras de los derechos de la mujer y a los movimientos feministas, con el único objetivo de acabar con la violencia contra las mujeres”.
Según Naciones Unidas, menos del 40% de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. Alrededor de 81.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en el 2020, unas 47.000 de ellas (58%) a manos de sus parejas o familiares. Se continúa normalizando socioculturalmente la violencia contra el colectivo femenino, con datos preocupantes de feminicidios aun a día de hoy.
Los distintos tipos de violencia que siguen sufriendo las mujeres y niñas en el mundo son:
- Violencia por parte de un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio).
- Violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético).
- Trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual).
- Mutilación genital femenina
- Matrimonio infantil (niñas obligadas a contraer matrimonio en contra de su voluntad)
Queremos recalcar todos los colectivos de mujeres que sufren violencia de género: mujeres y niñas de todas las edades, mujeres pertenecientes a la comunidad LGBTQ, migrantes y refugiadas, las pertenecientes a comunidades indígenas y mujeres y niñas con discapacidad. Necesitamos juntar voces activistas que contribuyan y ayuden a cambiar esta situación.
Reivindicamos un feminismo interseccional que no deje a nadie atrás. Por un mundo más justo e igualitario. Libre de violencia.