La hermana Ana Paula Aparecida de Assis OSR dice sí a Dios para siempre en la celebración de sus profesión perpetua.
Como quién vive una gran historia de amor, Dios llamó a la vida a Ana Paula un 1 de enero de 1982 en el seno de una familia que la cuidó y le inculcó los valores del servicio y la solidaridad.
Dios fue seduciendo su corazón y así, en el año 2011, ingresa como aspirante a la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor y comienza la formación para la vida religiosa. Su vocación se fue fortaleciendo y el 19 de julio de 2015 hace sus primeros votos de pobreza, castidad y obediencia, como hermana Oblata del Santísimo Redentor.
Ahora, luego de los años transcurridos donde pudo seguir escuchando la llamada de Dios desde la experiencia de comunidad y de misión, da un paso más y entrega su vida definitivamente a Dios para amarle y servirle para siempre.
Por eso, este 10 de diciembre, día en que la Iglesia local celebra a María en su Inmaculada Concepción, Ana Paula hace su profesión perpetua en Muriaé, ciudad de Mina Gerais en Brasil, acompañada de las hermanas de la Provincia Santísimo Redentor, de su familia y amigos, en esta tierra que la vio crecer.
La Virgen María nos recuerda “Hagan todo lo que Él les diga” y Ana Paula hace suyo este mandato y lo elige como lema para recordar siempre que en el centro de todas las cosas está Jesús y es Él quien nos indica el camino.
Las Hermanas Oblatas agradecemos a Dios la vocación de Hna. Ana Paula y nos sentimos felices de que forme parte de nuestra familia religiosa.