“El reconocimiento es a la congregación por todos los años que llevamos en Mallorca, sobre todo por nuestro trabajo desde el año 1982 en el casco antiguo de Palma donde se concentraba el ejercicio de la prostitución”, ha señalado la Hermana Feli Martínez, representante legal de la institución.
La Congregación de Hermanas Oblatas hace 33 años que está presente en Palma. Desde entonces, atiende al colectivo de mujeres que se encuentran en contextos de prostitución y/o exclusión social. En el año 2001, con el deseo de dar una atención de más calidad, se abrió el Casal Petit, con el objetivo de estar cerca de las mujeres y ofrecerles una cobertura social.
“Nosotras en la ciudad de Palma siempre hemos estado reconocidas y apoyadas en la tarea que estamos realizando. Siempre nos hemos sentido apoyadas por las instituciones públicas locales y autonómicas. Pero como el alcalde de Palma me indicó, este es un reconocimiento que pone en valor nuestra trayectoria”, ha expresado la Hermana Feli.
Las Hermanas Oblatas en Palma el año pasado atendieron un total de 420 personas. En Casal Petit trabajan once profesionales y colaboran 19 voluntarios.