La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede ha organizado una Conferencia Internacional sobre la Trata de Personas, del 8 al 11 de abril. Entre los 200 asistentes que fueron invitados estaba la hermana oblata Sandra Ortiz, como miembro de la red kawsay, integrante de Talitha Kum. Se ha celebrado en la Fraterna Domus de Sacrofano, a las afueras de Roma.
“Es un momento sumamente importante porque tenemos que trabajar de forma conjunta”, ha dicho Gabriella Bottani, misionera comboniana y coordinadora internacional de Talitha Kum, añadiendo que “la Iglesia, con sus orientaciones pastorales, nos brinda una serie de respuestas como contribución a un trabajo conjunto con otros actores”.
La primera sesión de estas jornadas se centró en la trata de personas en el contexto de la explotación sexual y, concretamente, en la prostitución y la pornografía “como consecuencia de una creciente mercantilización de los seres humanos y de una demanda real por parte de los consumidores”, ha señalado Michael Czerny, responsable de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral.
Por su parte, Fabio Baggio, subsecretario de la misma sección del Dicasterio, ha enumerado todos aquellos puntos con los que la Iglesia debería comprometerse, entre los que ha destacado la necesidad de promover la sensibilización, desarrollar planes educativos para obispos, sacerdotes y escuelas, desmontar mitos, trabajar de forma conjunta con otros organismos, velar por la protección de las víctimas, y reconocer la importancia de las mujeres en la lucha contra la trata y favorecer su papel en esta lucha.
Paul Gallagher ha repasado las distintas situaciones en las que se puede producir explotación, todas ellas “estrechamente relacionadas con la cultura del descarte”. De la misma manera ha aplaudido el trabajo “que lleva a cabo el Grupo Santa Marta” en la lucha contra la trata de personas.
Para terminar la conferencia y estos días de jornadas, el papa Francisco ha recibido en audiencia a los participantes. En ella, ha remarcado que “la trata daña gravemente a la humanidad”, ya que “constituye una violación injustificable de la dignidad de las víctimas”. Por eso, debe considerarse “un crimen contra la humanidad”.
Por otra parte, el Santo Padre ha subrayado la labor de tantas iglesias locales, que han “asumido generosamente” la tarea de trabajar contra la trata con numerosas iniciativas para “prevenirla, proteger a los sobrevivientes y perseguir a los culpables”.
“Cada uno de nosotros ha sido creado para amar y cuidar del prójimo”, ha recordado Francisco, por lo que “cada decisión contraria a este plan de Dios para nosotros es una traición a nuestra humanidad”, mientras que “todas las acciones que son destinadas a restaurar nuestra humanidad y la de los demás están en la línea de la labor de la Iglesia”.
