Dentro de los encuentros mensuales de formación del voluntariado en Ciudad Juárez, México, se celebró el envío de seis personas que decidieron dar un tiempo de su vida compartiendo la misión y carisma de la Congregación en Ciudad Juárez. Ellas son: Sandra Barraza, Denise Talavera, Francisco Bueno y José Luis Bautista (seminaristas diocesanos), Sandra Robles y Leticia Montes.
Fue un momento de alegría en el que nos sentimos “iglesia en salida” que va al encuentro de mujeres de la zona Centro de Ciudad Juárez, entre otras.
Este fue un paso más para dar continuidad al Proyecto Cihualtl, una realidad compleja y desafiante en la ciudad fronteriza con Estados Unidos.
En el mes de octubre recibimos la visita de Justine Taranow (Coordinadora de Proyectos de Procuración de Fondos (para México y Brasil) y Thomas Lieberz, de Misión Central Franciscana, con sede en Bonn, Alemania.
Fueron acogidos/as en la comunidad y compartimos diferentes espacios que tenían que ver con el proyecto Cihualtl, en lo que respecta a la financiación de un proyecto en el área de Formación Integral, capacitación para micro emprendedoras.
La Sra. Sujey, una de las mujeres acompañadas por el proyecto , compartió con ellos su experiencia como mujer que salió del mundo de la prostitución y la droga. Así como los pasos dados como mujer emprendedora.
También nos reunimos con la Coordinadora del Centro de Derechos Humanos del Paso del Norte. En este encuentro presentaron el trabajo que ellos desarrollan y nosotras dimos a conocer a la Congregación y el Proyecto Cihualtl. Al finalizar las mismas se abrió un amplio debate, y se construyeron enlaces con otras personas y organizaciones presentes.
Esta fue una rica experiencia en este tejer redes para que el proyecto crezca y tenga más visibilidad.
Otro de nuestros eventos fue la participación en la Parroquia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María,de Ciudad Juárez, en una Jornada de reflexión-oración sobre Monseñor Romero, junto con laicado comprometido en los derechos humanos de las personas torturadas y desaparecidas, con religiosas/os.
Fue un momento de hacer una memoria agradecida y comprometida con la causa que abrazó Monseñor Romero: mirar su vida, dejarnos sacudir e interpelar por su testimonio profético y vivencia radical del evangelio; profundizar en lo que fue su itinerario de gracia en El Salvador y, en él legado que nos dejó.
La jornada concluyó con la eucaristía solemne, animada por un conjunto musical que cantó la misa salvadoreña.
Estos encuentros renuevan nuestra esperanza y nos posibilitan, respirar un aire fresco en nuestra iglesia, renovar nuestro compromiso de ser una Vida religiosa profética, siempre atenta a los clamores del mundo de hoy, sobre todo el de las mujeres que acompañamos.
Comunidad de Ciudad Juárez: Hermanas Genoveva, Manuela, Isa y Rosa.
