En el último mes toda la congregación se ha unido a la celebración de las bodas de plata y oro de algunas de las hermanas. Es el caso de Edilma Camacho, Esther Rey Soto y María Jesús Torres Duitama, de Colombia, quienes, acompañadas por las hermanas de la provincia José María Benito Serra, renovaron su «sí» en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Bucaramanga).
De esta manera, en un clima de alegría y agradecimiento, las hermanas volvieron a responder de forma positiva tras 25 y 50 años de vida entregada al Reino y a las mujeres, siguiendo el ejemplo de los Fundadores.
«Es un momento para agradecer A Dios quien nos ha sostenido y nos sigue amando, sosteniéndonos con su gracia e iluminándonos para poder seguir siendo discípulas de Jesús en la misión encargada», han dicho las hermanas.
De la misma manera, la comunidad de Ciudad de México ha celebrado las bodas de plata de la hermana Leonor Ardila en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Por último, en la Provincia Europa, con motivo de sus bodas de oro, las hermanas Ascensión Ilzarbe, Carmen Ríos, Teresa Burguete, Cleofe Rodríguez, Angelines García, Asunción Rodríguez y Purificación Álava, realizaron unos ejercicios espirituales en Pedreña, Santander, para después viajar a Venecia y Roma, donde se alojaron con la comunidad de Villa Fátima.
Después de rezar el Ángelus en la plaza de San Pedro, el Papa mencionó al grupo de hermanas oblatas que se encontraba presente. Un momento en el que «saltamos como resortes y nuestras voces resonaron con fuerza y agradecimiento». Después de este momento de tanto gozo, celebraron la eucaristía en la parroquia del Perpetuo Socorro, de los Misioneros Redentoristas, donde renovaron su seguimiento a Jesús.
«Después de 50 años, los lazos de hermanas se fortalecen también con la cercanía y convivencia», subrayan. «Esta nueva etapa que comenzamos, la seguimos poniendo en manos del Señor, para que haga su obra según el sueño que tiene sobre cada una de nosotras».