Entre los días 02 y 05 de julio tuvo lugar en São Paulo, Brasil, el encuentro de junioras de la Provincia Santísimo Redentor, bajo el lema: Liderazgo como servicio. El encuentro contó con la participación de las cinco hermanas jóvenes – Ana Paula, Evelyn, Luiza, Marlene y Priscilla -, de la hermana Ivoni, que es quien acompaña la etapa del juniorado. Contó además con la asesoría de la hermana Fátima, de la congregación de las Hermanas de San José.
Por otra parte, durante el encuentro se tuvo un momento de compartir con la hermana Analita Albani, animadora provincial, y la hermana Roseli Consoli do Prado, consejera general.
El encuentro se realizó en un momento muy propicio, porque además de la renovación de los votos de Ana Paula, Evelyn, Luiza y Priscilla que tendrá lugar el 19 de julio, fue un momento de parar en medio de tantas actividades, recoger el primer semestre y dar gracias a Dios por las maravillas que Él va depositando en nuestras vidas.
Durante el encuentro se ha trabajado el liderazgo como servicio, pero un liderazgo que parte del interior, donde todas las personas tienen la capacidad de liderar, basta descubrir el tipo de liderazgo que cada una posee. En definitiva, fue trabajado desde la perspectiva del ser ejemplo y testimonio, «sea el testimonio que desea que el otro sea».
Cada día de encuentro comenzó con un momento de oración, que ayudaba al grupo a ir entrando en la temática que iba a ser trabajada, pasando por algunos líderes de la Biblia como fuente de inspiración para el trabajo que se iba a realizar en el transcurso del día.
Una frase que acompañó el encuentro y tocó al grupo, fue la frase de Jung: «Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana, sea sólo otra alma humana«. Este fue uno de los mensajes que se quedó marcado fuertetemente, SER SOLAMENTE UNA PERSONA CUANDO TOCAMOS OTRA ALMA HUMANA. El grupo resalta como una de las características de un líder esta sensibilidad de saber tocar, escuchar, colocarse en el lugar de la otra persona, conocer las técnicas, porque son necesarias, pero, a la vez, SER HUMANO.
Durante el encuentro tuvimos momentos de compartir la vida con las hermanas de la comunidad de Nuestra Señora Aparecida, que fue un período de hermosa convivencia y sentido de pertenencia. El grupo también tuvo un momento de ocio por la noche, y en el último día se produjo el envío misionero de Evelyn, que en agosto formará parte de la comunidad de Lobito, Angola. Fue un momento profundo, donde cada una ungió a Evelyn y habló una palabra de gratitud, de fortaleza, de envío y diciéndole que estarán junto a ella en esta nueva etapa de su vida y misión.
Por todo, damos gracias a Dios, por la experiencia que Él nos proporciona para vivir y contemplar en el cotidiano, cuidar nuestra vocación y ponerla al servicio como testigo de construcción del Reino.