El pasado lunes, el Vaticano anunciaba la promulgación del motu proprio Spiritus Domini, en el cual el papa Francisco cambia el Código de Derecho Canónico reconociendo que las mujeres pueden ejercer el ministerio de Lector o Acólito.
Como congregación, las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor nos sumamos al agradecimiento expresado por la UISG al papa Francisco, al reconocer jurídicamente una realidad que ya se estaba dando en la praxis y que, «como dice Francisco en la carta dirigida al cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es una respuesta al dinamismo que caracteriza la naturaleza de la Iglesia, un dinamismo propio del Espíritu Santo que desafía constantemente a la Iglesia en obediencia a la Revelación y a la realidad».
«El poder contribuir a la misión de la Iglesia, compartiendo los ministerios, nos ayudará a entender, como dice el Santo Padre en la carta, que en esta misión ‘se ordenan, el uno al otro’, ministros ordenados y no ordenados, hombres y mujeres, en una relación mutua. Esto refuerza el testimonio evangélico de la comunión», afirma la UISG.
Por su parte, Lourdes Perramon, superiora general de nuestra congregación, apunta que, si bien «es validar algo que ya existía hace años, confiamos que sea un paso que anuncie y anticipe otros muchos en el reconocimiento real del papel de la mujer en la Iglesia».