Hoy, 30 de julio se celebra el Día Mundial contra la Trata de Personas, un delito que vulnera gravemente los derechos humanos en todo el planeta a manos de individuos y organizaciones criminales, cuya efectividad y capacidad de adaptación consigue que más de 27 millones de personas en todo el mundo sean víctimas de este delito.
Desde la Fundación, este año, queremos alertar de que las nuevas tecnologías de la información y contacto son hoy utilizadas por dichas redes en todas y cada una de las fases del delito de la trata de personas, de manera que el modus operandi de estos grupos está cambiando, tal y como reflejan numerosas fuentes (Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Departamento de Estado de los Estados Unidos, Ministerio del Interior del Gobierno de España, organizaciones de la sociedad civil tales como Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, Diaconía, OUR Rescue, etc).
En los últimos años, ha aumentado la captación de personas, y sobre todo de mujeres y niñas, a través de plataformas y aplicaciones de uso común como Facebook, Instagram, X, TikTok, portales de empleo, etc., donde se atrae a las víctimas a través de perfiles falsos que ofrecen relaciones aparentemente sentimentales o de amistad, u ofertas de empleo engañosas e idealizadas, diseñadas para atraer a las personas identificadas como vulnerables a la trata por las organizaciones. Según la investigación de la Universidad Camilo José Cela y Diaconía España, las cinco plataformas de redes sociales más utilizadas por los tratantes en la captación de víctimas son: Facebook con un 54%, Instagram con un 23%, OnlyFans un 12%, TikTok un 8% y las aplicaciones de citas un 3%.
En el caso específico de la trata con fines de explotación sexual, las nuevas tecnologías permiten el control durante el traslado de las víctimas a través de dispositivos de GPS con un mínimo de inversión, la extorsión de las víctimas a través de imágenes de contenido sexual o sexting, que los tratantes amenazan con difundir si tratan de escapar de la situación de explotación; la publicitación de los servicios sexuales de personas explotadas a gran escala a través de plataformas especializadas en dicha publicidad; el control de las mujeres durante el ejercicio a través de cámaras instaladas en los pisos y locales privados donde se ejerce la prostitución.
Por último, cada vez hay más fenómenos de explotación en línea por la proliferación de la pornografía y de los vídeos sexuales en vivo, que tienen la ventaja para los tratantes de multiplicar el número de potenciales clientes de una sola víctima, bajo una apariencia de ejercicio totalmente voluntario y exento de riesgo.
A pesar de la relevancia de estas transformaciones, los datos sobre su repercusión real son muy escasos: el informe del Ministerio del Interior del Gobierno de España acerca de la Trata y la Explotación de los Seres Humanos en Línea, sin embargo, ofrece cifras de víctimas detectadas en ocho países europeos que dan cuenta del aumento de la trata en línea con 219 casos en 2022, frente a 161 en 2021; y alerta de que las víctimas podrían ser mucho más numerosas por la dificultad adicional que entraña la detección de víctimas de trata en línea como consecuencia de los mecanismos de ocultación que Internet ofrece.
Desde Fundación Serra-Schönthal, exigimos a los actores políticos que legislen de acuerdo con estas nuevas realidades, con un enfoque no sólo de persecución del delito, sino de derechos humanos y de protección de las víctimas, así como su reparación; también incidir más en una investigación conjunta y coordinada entre diferentes organismos, instituciones, entidades y cuerpos de seguridad.
Seguimos apoyando proyectos en 17 países que ayuden a mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, y también a sus familias.
