En esta semana, nuestra Congregación se unió, con alegría y dio gracias a Dios, con nuestras hermanas Ana Paula, Evelyn Caroline y Priscila Fernández, en el día de su renovación de sus votos.
En el periodo de formación inicial, llamado Juniorado, la joven continúa el proceso formativo con la incorporación a una comunidad apostólica Oblata. En ella y en contacto con la realidad, va fortaleciendo su llamada a seguir a Jesús, afianzando su opción vocacional como Oblata del Santísimo Redentor y consolidando la consagración y pertenencia Congregacional.
Sabemos que la vocación es un camino que dura toda la vida, por esto en este período formativo, las hermanas renuevan año a año su profesión religiosa, reafirmando su deseo de seguir en este compromiso, pues como dice el Papa Francisco: “La vocación, más que una elección nuestra, es respuesta a un llamado gratuito del Señor… A pesar de nuestras fragilidades y carencias, la fe nos da el impulso necesario para vivir nuestra vocación con alegría y entusiasmo”
Hoy, ellas expresan cómo vivieron este día y qué significado tiene para cada una de ellas esta renovación, así como la vivencia del carisma oblata en sus propias realidades.
Ana Paula Aparecida (Salvador de Bahía, Brasil)
Con mi corazón lleno de alegría y de gratitud quiero agradecer la unidad, la comunión y la oración de cada una. Para mí renovar los votos en la Comunidad de Nazaré – Rio de Janeiro, fue también rememorar mi camino vocacional. ¡Nazaret es el lugar del encuentro es el espacio en que se respira Dios! Que posibilita mirar la Consagración de una vida entera, del sí con rostro de vivencia de quien mucho amó y creyó en la Fidelidad del Redentor en la Oblación diaria.
¡Dios tiene sus caminos! Una alegría inmensa en estos meses que antecede mi traslado a Angola. Renovar mi sí desde ese suelo sagrado en el cual mi vocación fue gestada. Ese es un sí lleno de gratitud por la Fidelidad de Dios hacia mí y por su Misericordia que viene sosteniendo en el compromiso de ser Oblata desde el cotidiano de la Vida.
Su ternura y su amor nos sigue cuidando. Mi gratitud a cada una de vosotras. ¡Seguimos unidas en oración!
Evelyn Caroline dos Santos (Lobito, Angola)
En esta sexta renovación bendigo el camino hasta aquí construido, agradezco por los innumerables detalles del Dios que me llama. Detalles expresados por medio de tantas personas, momentos y situaciones experimentadas, que han contribuido y siguen contribuyendo a fortificar, clarificar y sobre todo alimentar mi llamada y vocación a la Vida Religiosa como Hermana Oblata del Santísimo Redentor.
Tengo el corazón agradecido por mirar el camino hasta aquí recorrido, mirada llena de esperanza y sueños a ser conquistados en el horizonte que vislumbro en mi vida entregada con dinamismo y disponibilidad en la vocación Oblata. Los deseos y anhelos son innumerables en este tiempo vital de mi juventud y de hermana consagrada, deseo de felicidad, libertad y sobre todo osadía y disponibilidad en los futuros desafíos a ser asumidos en el anuncio del reino y en el camino recorrido y compartido con cada mujer en nuestra misión.
Deseando ser tierra buena gestadora de frutos buenos con sabor a felicidad y realización. «Para dar vuestras vidas, permaneced en mi amor».
Priscilla da Silva (Rosario, Argentina)
Renovar es…. RENOVAR, es un verbo, algo que denota acción. Es la decisión de una vez más renovar mi alianza con Aquel que me llamó y que es la razón de mi vida. Renovar es volver a retomar mi historia, es volver al primero amor, es hacer memoria de tantas personas que contribuyeron y que contribuyen en mi camino vocacional. Es decir, SÍ nuevamente a Dios y a su llamado.
Renovar es siempre un proceso de recordar los pasos de Dios en mi vida, que se va tejiendo junto con la vida de cada hermana que hace este proceso conmigo, con la vida de las mujeres en situación de prostitución que acompañamos, con los laicos que construye camino junto y con mi familia y amigos que me apoyan y me animan.
Según el diccionario, renovar significa transformar en nuevo, recomenzar, iniciar de nuevo. Y fue así que vivencié mí renovación, (re) significando mi Proyecto de Vida junto a las mujeres en situación de prostitución y comprometiéndome a vivir en fraternidad con mis hermanas en la búsqueda continua de la voluntad de Dios. Uniendo me entrega a la entrega Redentora de Jesucristo y deseando a cada día que mí SÍ sea renovado a cada amanecer.
Tengo el corazón llenito de gratitud por este grande momento en mi vida y por tantas personas que me acompañan en esta trayectoria. Que Pe. Serra y Madre Antonia siga siendo luz en nuestro caminar.