Celebramos hoy, 11 de mayo de 2024, el aniversario del Padre José María Benito Serra, fundador y propulsor profético de un carisma y una misión que sigue siendo inspiración y continúa haciendo arder nuestros corazones.
La hermana Manuela Rodríguez Piñeres homenajea al cofundador de la Congregación Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor con este diálogo diálogo cálido y cercano con él:
“Padre Serra, hoy quiero dialogar contigo, contemplar tu derrotero y dejarme sorprender por esa amplia libertad profética que tuviste, mientras nos acompañaste y plasmaste tu carisma en los inicios del surgimiento de nuestra misión y familia religiosa.
Padre Serra, quiero adentrarme y auscultar tu corazón y sentir a una sus pulsaciones que siempre estuvieron en sintonía con el pulsar del corazón de Dios. Solo un profeta del talante como tú, fue capaz de dejarse tocar por el ‘sordo clamor’ (Cfr. Conferencia de Puebla, Cap. III, 1979) de mujeres en contextos de prostitución de finales del siglo XIX. Dejaste que tu corazón sensible y apasionado por el reino se conmoviera hasta las entrañas ante su realidad y, con ‘la amplia libertad de los profetas’, tomaras una firme decisión que marcó tu vida y dejó una huella indeleble en las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor. Y quiero reafirmarte que, por ello, hasta hoy, me sigues sorprendiendo…
Padre Serra, intuyo que hubo en ti una gran indignación profética, que se transformó en una fuerza creadora y creativa, que parecía no tener límites, y así diste cuerpo y forma, al compromiso con esa causa que definías bellamente, como ‘la causa de Dios’.
Padre Serra, en este diálogo cálido y cercano contigo quiero des-velarte que siempre me asombró tu parresía, esa parresía tan necesaria, al estilo de Jesús, que hiciste una práctica y una praxis de tu compromiso como benedictino en el claustro, en la misión en tierras australianas y, de manera singular, en tu inspiración originaria de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor. Hiciste a través de ella, que el Verbo se hiciera carne (Cfr. Juan 1:14), cuerpo de mujeres, que tu palabra tuviera ‘timbre de campana’ (Pedro Casaldáliga), que tus hechos fueran más allá de las palabras, que fueran coherencia e inmanencia, que transparentaran y transmitieran vida y ‘Vida en abundancia’ (Jn. 10,10).
Padre Serra, siempre fuiste una profecía en acción. Y por ello, me sigues sorprendiendo, como me sorprende cada día la novedad de Dios.
Y en esta nueva celebración de tu natalicio el 11 de mayo quiero seguir mirándote y dejarme impactar y transformar por tu talante misionero y por tu parresía. Así mismo, invitar a la Familia Oblata, a cada lector y lectora de esta página, a espejarse en ti, José María Benito Serra y Juliá, querido fundador y propulsor profético de un carisma y una misión, que sigue siendo inspiración y, por ende, continúa haciendo arder nuestros corazones”.