Este 11 de mayo celebramos el 210 aniversario del nacimiento de nuestro fundador, José María Benito Serra. En esta ocasión, recordamos su vida a través de una entrevista con la hermana Adela Domínguez, de la comunidad Casa de la Providencia, Puerto Rico, Provincia José María Benito Serra.
¿Cómo se refleja la persona del fundador en la Provincia?
Que nuestra Provincia lleve su nombre, es prueba de la gran influencia con que su espíritu alienta nuestra misión y carisma. Estoy segura de que en cada comunidad hay un amor y devoción muy especial para el Padre.
¿Qué ha significado en tu vocación como oblata?
Me resulta una figura que me desafía, me cuestiona. Me apasiona su sensibilidad para descubrir y hacer suyo el dolor de las mujeres, su prisa por liberarlas de aquella realidad por demás humillante.
Como Oblata e hija del padre Serra, en mis encuentros con las mujeres, me he sentido interpelada por su actitud paterna/materna que lo definió en su trato con ellas. Quisiera parecerme a él en su humildad, sencillez, entrega a la misión y un ser lleno de luz, capaz de vivir en plena comunión con Dios.
¿Qué aprendizaje de la vida de José María Benito Serra destacarías en estos momentos?
Destaco su intrepidez y tenacidad para enfrentarse a una sociedad estigmatizante con las mujeres que ejercían la prostitución. Destaco el exponerse como hombre, obispo, miembro de la Iglesia opulenta, jerárquica y machista de su tiempo. Destaco su actitud misericordiosa, profética, cercana y paterna para con aquellas mujeres sin esperanza y excluidas por la sociedad.
¿Qué podemos aprender de la figura del fundador hoy en día?
Admiro en él su claridad en lo que Dios le pedía, y así, sin darle largas, adelantarse a su tiempo. No era común que un hombre en su posición y época reaccionara tan audazmente ante una dolorosa realidad vinculada a las mujeres.
De él, podemos aprender el desprendimiento, la renuncia, la entrega a lo nuevo, a lo diferente, a lo incierto, su incondicionalidad; el valor y su hondo compromiso misionero como respuesta al plan que Dios tenía para él. La claridad con la que vislumbró los nuevos horizontes y caminó hacia ellos sin mirar atrás.
¿Qué palabras de José María Benito Serra destacarías?
Sin lugar a dudas, las palabras favoritas del padre y que repito con frecuencia son: “Si todas las puertas se les cierran, yo les abriré una”.