Las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, desde todos los rincones donde la Congregación está presente, os desea de corazón feliz Navidad, y un año nuevo pleno de paz, salud, amor y bendiciones.
“¡Dios viene hoy!”. Esta Navidad, la Familia Oblata invita a contemplar “lo pequeño, lo insignificante”, a “dejarnos envolver por el silencio y transformarnos con su Palabra”. Vivamos estas fiestas como una nueva oportunidad, escribe el Equipo General en su felicitación.
Abiertas a escuchar los gritos de la vida (acto radical del Carisma) es el camino para nuestro propio advenimiento personal y el advenimiento de la nueva Familia Oblata: Escuchar, reconocer y cuidar.
Desde este anhelo, trasladamos nuestros mejores deseos a las personas que nos acompañan en nuestra misión, e invitamos a vivir estos días festivos con alegría, esperanza, gozo y humildad: “Aquí está nuestro Dios… celebremos y gocemos con su salvación”, Isaías 25, 9.