La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) ha lanzado la campaña Sembrar esperanza para el planeta, con el objetivo de marcar una diferencia en el cuidado del medio ambiente. Esta iniciativa surge a la luz de Laudato sì, una encíclica en la que el Papa Francisco reflexiona acerca de la conexión entre la crisis medioambiental y social que atraviesa el mundo y en la que solicita una conversión ecológica a nivel personal y comunitario: “tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar.” (LS #19)
El proyecto surge de la colaboración entre la Comisión de Justicia y Paz, la USG, la UISG y el Movimiento Católico por el Clima (MCMC), y se desarrollará entre junio de 2018 y 2019. Un periodo para reflexionar en profundidad las palabras de Laudato sì y para determinar cómo hacer que el mensaje del Papa Francisco sea una realidad. Por otra parte, se pretende coordinar el esfuerzo de los miembros de la UISG compartiendo cursos y buenas prácticas, así como la formación de las hermanas en materia medioambiental. Estas buenas prácticas incluyen, entre otras, la reducción del uso de bolsas de plástico y potenciar la disminución de las inversiones en combustibles fósiles y el apoyo a energías alternativas. Otro de los objetivos es fomentar la colaboración con otras organizaciones que ya están trabajando por el cuidado del planeta.
En consonancia con el XXII CA
Esta iniciativa coincide con uno de los temas tratados en el XXII Consejo Ampliado de la congregación, celebrado en Brasil entre el 12 y el 22 de junio de 2018. En él, se trató la necesidad de adquirir una conciencia planetaria que revela al ser humano como hijo de la Tierra y responsable de esta casa común. Sin embargo, esto no exige únicamente cuidar los ecosistemas, sino tomar conciencia también del valor de una ciudadanía global en la que se supere la exclusión social y económica, recalcando lo que pide el Santo Padre en su encíclica: “Aplicar las consecuencias de la fe cristiana a la conservación de esta casa que habitamos”.