En diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró oficialmente el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, invitando a Gobiernos, organizaciones internacionales, ONGs y sociedad civil a promover mensajes y actividades que informen, visibilicen y conciencien sobre esta problemática.
Otro año más, la Fundación Serra- Schönthal y la congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor continuamos velando y luchando por las mujeres que sufren violencia de género.
Reconocemos este problema como una lacra social presente tanto en el ámbito público como privado y cuya aparición puede darse en diferentes formas, ya sea física, sexual, psicológica, estructural o económica, siendo transversal en el mundo independientemente de la cultura, religión o el país.
Nos unimos sin ninguna duda a los diferentes movimientos contra este tipo de violencia que han venido dándose en los últimos años y por supuesto, a la contribución con la Agenda 2030, en la cual 193 países se han comprometido al cumplimiento de 17 objetivos que persiguen la igualdad entre las personas, la protección del planeta y asegurar la prosperidad, dentro de los cuales se encuentra uno de los objetivos más importantes que debe ser mencionado en este día, el ODS 5: Igualdad de género, cuya meta es poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas.
La NO discriminación contra la mujer en alguna de sus formas debe ser un derecho humano básico. Por ello, consideramos que sigue siendo necesario, además de una obligación moral, reivindicar y sensibilizar sobre la situación de las mujeres que sufren día a día la violencia por el simple hecho de ser mujer, con el objetivo de crear un mundo más justo, mejor, y libre de violencia contra ellas y contra nosotras mismas.
Demos voz a aquellas que sufren diariamente, a las mujeres migrantes, a las de distintas etnias, a las mujeres rurales, a las madres, a las hijas, a las niñas, a las transexuales, a las que son explotadas sexualmente… En definitiva, a nuestras hermanas, a las cuales debemos empoderar alzando nuestra voz y nuestras manos.
Por ellas. Por nosotras.