La trata de personas, tantas veces definida por el papa Francisco como “la esclavitud del siglo XXI”, es una realidad que, por nuestro carisma, vivimos muy de cerca.
La pobreza y los procesos migratorios son utilizados por las redes de trata para comerciar con millones de seres humanos, que ven su vida y su dignidad comprometida por el afán de lucrarse de otros.
Por este motivo, como oblatas, nos situamos en actitud de denuncia ante esta realidad, pues creemos que todos somos responsables de acabar con ella.
A continuación compartimos el manifiesto de la fundación Serra-Schönthal para este día, al cual nos adherimos y con el que esperamos poner nuestro granito de arena para concienciar contra este delito:
Hoy, 30 de julio, Naciones Unidas establece el Día Mundial contra la Trata de Personas, un delito que priva de su dignidad y libertad a millones de seres humanos, y del que se lucran económicamente diferentes grupos delictivos organizados. Este año, además, aumenta la preocupación debido a la pandemia por el posible incremento de este delito.
Si bien la explotación sexual es la más cercana a nuestra realidad congregacional, existen otros fines de trata de personas como trabajo forzoso, servidumbre doméstica, matrimonio forzoso, mendicidad infantil o extracción de órganos.
El desplazamiento de personas, el cambio climático, los desastres naturales, los conflictos armados y la pobreza son algunas de las razones que colocan a las poblaciones en una mayor vulnerabilidad y donde el crimen organizado encuentra su espacio de acción. Todos los estados están afectados por este delito, ya sea como países de origen, tránsito o destino de las víctimas.
Desde la Fundación Serra-Schönthal, junto a diversas entidades, queremos unirnos en el día de hoy en apoyo a las víctimas, sensibilizar sobre esta realidad y mostrar nuestro compromiso. Asimismo, recordamos en este momento de especial dificultad por la pandemia la campaña ‘Contagia solidaridad’ que ha dado, hasta este momento, apoyo a 39 proyectos gestionados por las Hermanas Oblatas en 10 países.
El tema establecido por Naciones Unidas para el 2020 es ‘Trabajar en primera línea para acabar con la trata de personas’. Por ello, nos comprometemos a seguir ofreciendo nuestro esfuerzo para identificar, apoyar, asesorar y buscar justicia para las víctimas de la trata desafiando la impunidad de los traficantes.