Toda la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, y especialmente la Provincia Europa, celebramos hoy la festividad de Nuestra Señora del Buen Consejo. En ella, como Madre Antonia, nos confiamos, para que siga guiando el caminar de nuestra congregación y susurrando a nuestros corazones.
Hoy, 26 de abril, desde la parroquia de San Isidro, en la capilla de Nuestra Señora del Buen Consejo, recordamos cómo Antonia María de Oviedo se puso ante la Virgen, en este mismo lugar en el mes de abril de 1864, para discernir el camino que ante ella se abría y que más tarde daría lugar a nuestra congregación: crear, junto a José María Benito Serra, un instituto que acogiera a mujeres en contextos de prostitución de Madrid, para darles una nueva oportunidad y brindarles el cálido abrazo de Jesús Redentor.
“Después de maduras reflexiones, de largas oraciones y de violentos combates; así como de una gracia especial de Nuestra Señora del Buen Consejo, me decido al fin a abrazar la bella, pero dura y difícil misión de trabajar en la liberación de esas mujeres”*
* Biblioteca Histórica, 1 pág. 240