El jueves 17 de enero la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral presentó el libro ‘Luces en los caminos de la esperanza’, en el que se recopilan todos los discursos del papa Francisco acerca de inmigración y trata de personas.
Ambos temas tocan de manera directa la realidad a las que las Hermanas Oblatas se enfrentan cada día, y se han convertido en un punto clave del pontificado de Francisco, como se puede apreciar en que haya dedicado más de 450 discursos o menciones en audiencias o mensajes durante los seis años en los que ha estado a la cabeza de la Iglesia.
Con la recopilación de estos textos, Francisco espera “iluminar a nuestros países sobre el camino de la esperanza, dando apuntes de inspiración para la oración, la predicación y la acción pastoral” a la hora de afrontar el drama migratorio y la trata de personas.
“Con la esperanza de encontrar una vida mejor para ellos mismos y sus familias” dice Francisco al inicio del libro, haciendo referencia al viaje de Abraham y Sara, y añade que “el viaje de los migrantes no es siempre una experiencia feliz. Basta pensar en los terribles viajes de las víctimas de trata”.
En la misma ocasión, el Dicasterio publicó un documento llamado ‘Directivas pastorales sobre la trata de personas’, en el que se señala, entre otros puntos, que “comprar servicios sexuales en todas sus formas, incluida la pornografía, el cibersexo, el striptease y la danza erótica, es una lesión grave para la dignidad y la integridad humana”.
El texto mantiene, por otra parte, que en los casos de trata “las investigaciones policiales son largas y difíciles” y que “la recolección de evidencias sobre esta actividad criminal también se ve obstaculizada por la corrupción rampante y la falta de cooperación de las autoridades de los otros países”.
Por este motivo, la Santa Sede subraya la necesidad de que los países consideren “la posibilidad de criminalizar a quienes se aprovechan de la prostitución u otras formas de explotación sexual que proporcionan las víctimas de trata” y que “la responsabilidad debe determinarse a lo largo de toda la cadena de suministro”.
De la misma manera, el Vaticano solicita la creación de “campañas de sensibilización sobre las responsabilidades legales de quienes general la aplicación de la trata de personas, tanto a nivel nacional como internacional, con la cooperación de todas las partes interesadas”.
