Este miércoles, 24 de marzo, se celebra el 150º aniversario de San Alfonso de Liguori. Una ocasión festiva a la que las Oblatas nos unimos como parte de la Familia Redentorista, bajo la convicción de que, tal como escribía el papa Francisco en su carta con motivo de esta celebración al superior general de la congregación del Santísimo Redentor, Michael Brehl, “la propuesta teológica alfonsiana nace de la escucha y la acogida de la fragilidad de los hombres y mujeres más abandonados espiritualmente”.
Durante la mañana de hoy, la Academia Alfonsiana de Roma ha celebrado virtualmente una ‘Jornada de Estudio’ por la proclamación de San Alfonso como Doctor de la Iglesia. En ella, Michael Brehl ha hecho referencia al mensaje del Papa, subrayando que “Francisco propone a san Alfonso como modelo para la Iglesia en salida y misionera”.
Y es que san Alfonso es, además, “modelo para toda la Iglesia en salida y misionera, sigue indicando con vigor el camino principal para acercar las conciencias al rostro acogedor del Padre, porque ‘la salvación que Dios nos ofrece es obra de su misericordia'”.
Asimismo, el Papa ha señalado que san Alfonso fue pionero en la “experiencia misionera en las periferias existenciales de su tiempo, la búsqueda de los alejados y la escucha de las confesiones, la fundación y guía de la naciente Congregación del Santísimo Redentor, así como las responsabilidades como obispo de una Iglesia particular, le llevan a convertirse en padre y maestro de misericordia”.
Por otra parte, Michael Brehl ha suscrito las palabras de Francisco, en las que el Papa recuerda a la Familia Redentorista que “el anuncio del Evangelio en una sociedad que cambia rápidamente requiere la valentía de escuchar la realidad”. De esta manera, “como san Alfonso, estamos llamados a salir al encuentro de la gente como comunidad apostólica que sigue al Redentor entre los abandonados”.
“Queremos ser testimonio del Redentor en el mundo herido de hoy“, ha concluido Michael Brehl. Y a ello nos unimos las Oblatas del Santísimo Redentor: a llevar, desde nuestro carisma, la Buena Noticia a las periferias existenciales de nuestro tiempo.
