“Os daré un futuro lleno de esperanza”, Jr. 29,11
El XXIV Consejo Ampliado celebrado estos días en San Pablo, Brasil, llega a su fin. Tras 12 días de intenso trabajo en asamblea, finaliza el encuentro que ha reunido a veintidós hermanas, del Equipo General y de los Equipos de Animación y Gobierno de las tres Provincias.
Con la certeza de la fidelidad de Dios, que cumple sus promesas, y nos ofrece “un futuro lleno de esperanza” para toda la Congregación, hemos celebrado el Consejo Ampliado acompañadas por los símbolos de la tierra y las semillas, y a través de distintos textos bíblicos han reflexionado sobre la siembra, la cosecha y los tiempos para los procesos. En una actitud de escucha al Espíritu de Dios, acogieron estos días como un tiempo de gracia, una posibilidad de otear la voluntad de Dios.
A través del método de la conversación en el Espíritu, fuimos llegando a acuerdos con relación a la estructura congregacional, acentuando la necesidad de una reestructuración más acorde a la realidad actual de la Congregación.
También han dado pasos en acuerdos globales sobre la Formación Inicial, reflexionando este tema junto al Equipo de Reflexión para la Formación Inicial y hermanas de las provincias vinculadas a la formación.
Cultura del cuidado
Además, dedicamos un día a reflexionar sobre la cultura del cuidado y los sistemas de protección y prevención de abusos. Esta jornada fue acompañada por Alejandra Elababa, Dominica Tucumana, miembro del Comité de la CLAR. Al finalizar ese día, hicimos un compromiso simbólico para avanzar en actitudes de cuidado y la elaboración e implementación de protocolos ante abusos de todo tipo.
Otro de los temas importantes tratados en este Consejo Ampliado fue la proporcionalidad de hermanas que participarán en el próximo Capítulo General del 2025 y los temas principales de la agenda.
También tratamos temas relacionados a procesos ya iniciados como el documento “Economía y Vida”, el documento “Mirada de la Familia Oblata sobre prostitución” y contamos virtualmente con la presencia del Equipo de Comunicación Congregacional para reflexionar sobre el proceso de elaboración de la imagen institucional.
Todo el trabajo se desarrolló en un clima de discernimiento, contemplando la realidad compleja de la congregación con esperanza pascual. Nuestra misión es sembrar, la tierra sabe qué hacer, y sabemos que, con paciencia y cuidados, llegará el tiempo de la cosecha. Dios tiene planes para las Oblatas, para nosotras, como dice el profeta Jeremías: “les quiero dar paz y no desgracia, y un porvenir lleno de esperanza”.